¿Un estilo de aprendizaje para cada estudiante?

Niño jugando con bloques de construcción

Published: diciembre 7th, 2022

¿Qué son los estilos de aprendizaje?

No cabe ninguna duda de que hay infinidad de maneras para adquirir conocimientos, fijarlos y  ponerlos en práctica. De ahí surgen lo que llamamos tipos de aprendizaje. Según Keefe (1988), podemos definir los estilos de aprendizaje como «los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos, que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo los discentes perciben, interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje». Es decir, de manera natural, cada estudiante tendrá una mayor o menor tendencia a usar un modo de aprendizaje u otro, en función de su disposición interna, capacidades y experiencias previas. Sin duda, un buen conocimiento de los estilos de aprendizaje nos puede servir para brindar una educación de calidad.

Ahora bien, existen diversas clasificaciones y enfoques muy variados en cuanto a los modelos de aprendizaje y es importante identificar los principales estilos de enseñanza para tenerlos en cuenta en el aula. Las dos clasificaciones predominantes, en las que nos centraremos en este artículo, son la de Kolb y la sensorial. Sin embargo, hay muchas más. 

Por un lado, Kolb identificó cuatro estilos: divergente, asimilador, convergente y adaptador. Y, por otra parte, la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner planteó la existencia de nueve tipos de inteligencia: verbal-lingüística, lógico-matemática, musical, visual-espacial, corporal-cenestésica, interpersonal, intrapersonal, naturalista y existencial, que se reflejan en los modos de aprendizaje. 

La clasificación de Kolb

Según David Kolb, el aprendizaje es experiencial, es decir, el conocimiento se construye a través de un proceso de reflexión sobre la experiencia. Según esta teoría, en todo proceso de aprendizaje interviene las siguientes etapas: observación de las experiencias concretas, reflexión para comenzar a construir una teoría, formación de hipótesis y aplicación de esas hipótesis a situaciones nuevas.

Teniendo esto en cuenta, Kolb definió cuatro tipos de aprendizaje:

1) Activo: El estudiante siente la necesidad de experimentar y estar en contacto directo con nuevas experiencias para adquirir conocimientos. En general es un perfil de persona dinámica, activa, resiliente y sin miedo a los retos o los cambios. Una buena actividad pueden ser los experimentos en laboratorio o actividades manuales en física o química, por ejemplo.

Niña realizando un experimento

2) Reflexivo: en este caso, hay una clara tendencia a la observación y la reflexión. El alumno observa detenidamente y absorbe información antes de pasar a la experimentación. Suelen ser perfiles muy analíticos y creativos. Las mejores actividades para este tipo de aprendizaje son los acertijos, los rompecabezas, problemas matemáticos o lluvias de ideas.

3) Teórico: la persona teoriza sobre el por qué de las cosas, dando prioridad a los estudios del contexto académico, por encima de la observación o la experimentación directa. Este tipo de perfiles también son muy analíticos, con una gran capacidad de abstracción y de teorización. 

4) Pragmático: en este caso, lo esencial es comprender la finalidad de las cosas y lograr cumplir objetivos concretos. Por lo general, se trata de perfiles que necesitan experimentar o recibir metas específicas, tienen mucha intuición, son más bien impacientes y aprenden de sus errores.  En este tipo de aprendizaje funcionan muy bien los trabajos en grupo, los estudios de campo y los experimentos científicos en laboratorio.

Clasificación sensorial

Si adoptamos un enfoque más sensorial, podemos potenciar el aprendizaje identificando las preferencias sensoriales de los estudiantes, ya que cada individuo tiene un sentido con el que conecta más. Así, encontramos los siguientes modelos de aprendizaje:

1) Aprendizaje visual: relacionado con el sentido de la vista, este estilo se centra en las imágenes, vídeos y la lectura de textos. Es curioso que los alumnos visuales prefieren leer a escuchar. Las personas visuales tienen una mayor capacidad para recordar información que han visto, necesitan estructurar la información visualmente, con imágenes, colores o esquemas.

2) Aprendizaje auditivo: las personas que prefieren este estilo retienen mejor la información que escuchan. Para ello, pueden resultar muy útiles los debates, las explicaciones en voz alta o los juegos de rol. Estos estudiantes suelen tener mayores destrezas en música o lenguas extranjeras.

3) Aprendizaje kinestésico: este tipo de aprendizaje está estrechamente relacionado con la experiencia o la práctica. Aplicar fórmulas a ejercicios matemáticos, realizar actividades manuales o experimentos en laboratorios, sin duda ayudará a los estudiantes kinestésicos a adquirir conocimientos. A veces se tarda más en fijar los conocimientos, ya que la información se fija a través de sensaciones y movimientos. En general, para retener y fijar la nueva información la vinculan con los conocimientos ya adquiridos.

Otros modelos de aprendizaje

Existen otros estilos de aprendizaje según las teorías de otros autores que, aunque no expliquemos con tanto detalle, cabe mencionar: 

1) Aprendizaje observacional: a través de la observación, el estudiante aprende a imitar el proceso que alguien ha ejecutado ante él o ella.

2) Aprendizaje social o interpersonal: en este caso, los estudiantes trabajan mejor acompañados o en grupo que solos. Tener personas con las que poner en común los conocimientos, compartir explicaciones y resolver dudas los ayuda a fijar los conocimientos. Por ello, resulta muy útil que el docente cuente con herramientas colaborativas para el aula

3) Aprendizaje individual o intrapersonal: al contrario que en el caso anterior, este modo de aprendizaje es propio de quienes se concentran mejor solos.

Niño construyendo solo

4) Aprendizaje colaborativo: similar al aprendizaje social, trabajar en grupo fomenta el aprendizaje y la motivación de algunos estudiantes. Hay muchas maneras de potenciar la colaboración entre los estudiantes, por ejemplo, asignarles una tarea con un reto concreto para que, combinando sus habilidades y colaborando, cumplan con el objetivo. 

5) Aprendizaje significativo: en teoría es uno de los tipos de aprendizaje más efectivos, ya que establece asociaciones entre la nueva información y los conocimientos ya fijados. Para algunos estudiantes es una manera de aprender que no abruma, pues aparentemente no hay conocimientos nuevos, pues cualquier información nueva se vincula a algo que ya se sabía.

6) Aprendizaje emocional: cada vez es más importante en nuestra sociedad. Enseñar a los estudiantes a identificar su estado de ánimo y saber utilizarlo para encontrar los momentos en que mejor se concentran o en los que son más productivos puede ser una gran ayuda también de cara a su vida profesional. 

7) Aprendizaje memorístico: era el modelo de aprendizaje por excelencia del siglo pasado y consistía en memorizar información para poder recuperarla en cualquier momento. La desventaja de este sistema es que el estudiante no siempre entiende lo que está memorizando, entonces no aprende a reflexionar críticamente.

¿Un estilo para cada tipo de estudiante?

¿Acaso hay un solo estilo de aprendizaje idóneo para cada estudiante? La respuesta es no. Cierto es que cada persona puede tener una mayor predisposición a absorber información y conocimientos de una u otra manera, pero en una misma persona puede haber tendencia a usar dos o más estilos de aprendizaje. Además, está la cuestión de qué clasificación emplear. A todas luces, hay modelos de aprendizaje que se pueden solapar, por ejemplo, el aprendizaje kinestésico y el pragmático o el aprendizaje social y el colaborativo. 

Niño reflexionando ante múltiples estilos de aprendizaje.

Es importante que el docente sepa identificar las tendencias naturales de sus estudiantes, pero también que les ayude a desarrollar otras capacidades a través de otros tipos de aprendizaje. Los estilos de enseñanza deben ser la herramienta del profesor o profesora para aumentar el rendimiento de sus alumnos y aportar una enseñanza de calidad.

En las distintas etapas, un mismo estudiante puede cambiar de preferencia de aprendizaje y tener la oportunidad de probar distintos modelos en un entorno en el que se sienta seguro es fundamental para su desarrollo personal.

Combina distintos estilos de aprendizaje en tus clases

Sin ninguna duda, la mejor educación es la que combina diversos estilos de aprendizaje y sabe adaptarse a las particularidades de cada uno. Esto nos lleva a la personalización de la enseñanza, que mejora considerablemente la experiencia de aprendizaje de los estudiantes. Sin embargo, enseñanza personalizada, no significa encasillar al estudiante en un estilo de aprendizaje. Todo lo contrario, significa enseñarles a probar diversos estilos, a adaptar la enseñanza a las necesidades de los estudiantes, ser flexibles y adaptar el modelo de enseñanza en cada etapa educativa.

Para llegar a una educación personalizada, flexible y que combine diversos estilos de aprendizaje, es necesario un canal de comunicación constante y eficiente con los alumnos, enseñarles a identificar qué funciona para ellos y qué no, inculcarles la flexibilidad y el hecho de que uno puede cambiar de método, etc. 

Antes de concluir, es importante mencionar que la llegada de las nuevas tecnologías y de la educación en remoto o de la educación híbrida, también conocida como blended learning, cambiarán el panorama y las clasificaciones de los estilos de aprendizaje. Es inevitable que surjan estilos nuevos, tal vez el aprendizaje tecnológico o el aprendizaje en remoto. Todavía hay mucho por investigar en este campo y habrá que ver cómo evoluciona la situación, pero claramente hay muchos cambios por venir.

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FAQ sobre estilos de aprendizaje

¿Han cambiado los estilos de aprendizaje con los años?

Sin duda, los estilos de aprendizaje evolucionan. Ha habido épocas en las que ha predominado una clasificación por encima de las demás. Actualmente, las más utilizadas actualmente son la de Kolb y la sensorial, pero esto podría cambiar en los próximos años.

¿Cuántos modelos de aprendizaje hay en total?

Es muy difícil responder con precisión a esta pregunta. Algunos dirían que hay tantos como personas en el mundo, ya que cada persona es única. Sin embargo, podemos decir que depende de los sistemas de clasificación que consideremos. En general, se habla de unos 13 o 14 estilos de aprendizaje combinando varios sistemas.

¿Cómo puedo identificar qué estilo de aprendizaje se adapta mejor a un estudiante?

Realizar encuestas a los estudiantes o plantear ejercicios en los que se pongan a prueba varios estilos nos permitirá identificar cuál es el más adecuado para cada estudiante. El docente debe mostrarse receptivo y repetir los ejercicios o encuestas con cierta periodicidad, por ejemplo, una o dos veces al año.

¿Cómo afecta la educación a distancia a los estilos de aprendizaje?

La respuesta aún está por ver. Ya se están estudiando todas las diferencias que han traído internet y las TIC al mundo de la educación. Lo más probable es que próximamente veamos aparecer nuevos estilos relacionados con este formato de educación y con las nuevas tecnologías.

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